viernes, 7 de mayo de 2010

LA AVENTURA DE SER MAESTRO Y LA RELACIÓN QUE GUARDA “EL MALESTAR DOCENTE” CON NUESTRA HISTORIA PERSONAL

Describo mi relación entre la lectura y mi historia personal. El autor José M. Esteva, nos menciona que se aprende a ser profesor por ensayo y por error, lo cual es totalmente cierto y es lo que hemos hecho la mayoría de nosotros, sobre todo en la Educación Media Superior, donde la mayoría somos profesionistas de carrera y no contamos con conocimientos de pedagogía, por lo tanto copiamos modelos de nuestros anteriores maestros.

Comenta que en la enseñanza te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, pero también se debe tomar en cuanta que si existen grupos y alumnos problemáticos.

Cuando menciona “Qué cara de crío. A éste nos lo comemos”, recuerdo mi primer día de clases en el cual me ocurrió exactamente igual.

Nos menciona que se deben de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos. Cierto que existe libertad de cátedra en la mayoría de las instituciones, pero de todos modos debemos ajustarnos a los contenidos y las dosificaciones programáticas que son propuestas por la Institución donde laboramos.

Es cierto que en el proceso de enseñanza aprendizaje aprendemos tanto los maestros como los alumnos, ya que los maestros no somos todólogos, en mi caso creen los alumnos y algunas personas que los historiadores sabemos toda la historia y que somos una enciclopedia a quién le pueden preguntar sobre cualquier tema de historia lo cual no es posible saberlo y piensan que no somos buenos maestros.

En cuanto al desarrollo de las clases, coincido con que se debe realizar una problematización sobre el tema a tratar, para que los alumnos comprendan la importancia del tema a tratar, por otro lado también los conocimientos previos son importantes para conocer lo que ya conocen para poder abordar el tema, otra de las cuestiones principales es la motivación que es fundamental, pero principalmente para los alumnos que no desean aprender o como digo yo, “alumnos banca”, para que no queden descolgados (como dice el autor), por otro lado considero que no existen recetas de cocina para impartir clases, ya que en ellas se dan situaciones diversas, las cuales debemos resolver con creatividad e ingenio.
También se debe tomar en consideración el tener empatía con los alumnos por medio del dialogo y el razonamiento, que se les debe enganchar en el deseo de saber, o los vamos dejando tirados conforme se avanza en las explicaciones.

Por lo que respecta a la renovación pedagógica, es lo que estamos haciendo la mayoría de los profesores, con cursos de actualización y formación de profesores y en especial con la especialidad, sobre todo cuando menciona que se deben “rescatar para nuestros alumnos, de entre la maraña de la ciencia y la cultura, el sentido de lo fundamental permitiéndoles entenderse a sí mismos y explicar el mundo que les rodea.” Lo cual es lo principal sobre todo en mi materia que es Historia.

Estoy de acuerdo en que lo único importante son los alumnos, ya que sin ellos nosotros no tendríamos razón de ser, por otro lado cuando pone el ejemplo de los profesores que trabajan en zonas apartadas y con limitaciones, deberíamos imitarlos, ya que son el ejemplo a seguir.

De la lectura me llamo mucho la atención la frase de que el profesor: “además, descubre horrorizado que los alumnos no tienen el menor interés por la Historia” porque yo soy historiador, y la mayoría de los estudiantes dicen que no les sirve para nada.

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